Arcadi vs Guardia

Arcadi Espada y José Miguel Guardia discuten sobre el caso Google News.

Si elegí el dominio transformación digital para este espacio de reflexión es por la obviedad de que el mundo camina hacia – o ya está en – un entorno cuyos modos de producción son diferentes a los industriales pero que convive con el legado de la era industrial: solicitando perdón por la reiteración, se trata de la cita clásica de Brecht con aquello de que lo nuevo no acaba de nacer y lo viejo no acaba de morir y que, a eso, se le llama crisis. Aunque solemos creer que en mandarín crisis también significa oportunidad y resulta que no lo es, no está de más entenderla así.

Referido a la industria audiovisual, siempre lo he calificado como conflicto de paradigmas. Vale para todas. Caracterización que tampoco exige mucha brillantez intelectual, pero creo que pocas veces se crea un framing de este tipo (expresión que creo que le gustaría a Espada) para contemplarlo: dice José Miguel terminando la discusión que se trata “de un frontón”. Es una buena descripción: si discutes desde un paradigma para responder a los argumentos de otro paradigma todo termina en un acuerdo imposible. Esencialmente porque los razonamientos son siempre consistentes con las premisas de partida, que es lo que es verdaderamente divergente.

Así, el riesgo de diálogo de besugos es inevitable. La pertinencia de este paseo por un debate, otro más, sobre el valor y la organización de las empresas de noticias en el mundo digital tiene que ver en que afecta también a eso que conocemos como medios sociales y comunicación online. El nuevo paradigma iba a ser el modelo Cluetrain, pero se sigue haciendo publicidad – vista como la mala de la película – por otros medios: es decir, se mantendría el sesgo negativo que se iba presuntamente a erradicar.

Y eso genera la misma tipología de debates en el mundo del marketing. O, casi mejor, el mismo desconcierto. Mi colega y amigo Carlos Jimeno nos dejaba en la red interna de Territorio unas cuentas citas sugestivas de Félix Muñoz en una reciente mesa redonda a la que asistió. La que me importa ahora es ésta: “El cambio más complicado que tienen que hacer las empresas, es el del modelo mental”. O sea, el paradigma: algo que se percibe por cambiar palabras y conceptos. No dejen de leer el enlace.

Por qué se impone un paradigma sobre otro es harina de otro costal, pero sospecho que los aspectos prácticos y la falta de otra idea que lo sustituya mejor tienen mucho que ver. Como es difícil saber si todo lo que promete ese modelo mental nuevo se hace realmente efectivo. Asociado a estas cuestiones, se encuentran los relatos del cambio acelerado  y de la cantidad de empresas que desaparecen del Fortune 500 para aparecer otras. Lo llevo oyendo desde finales de los ochenta, algo que viene a sugerir que lo normal es que no te transformes, sino que te sustituyan.

Un aviso muy serio para muchos esfuerzos de cambio.  Igualmente para que los consultores no tengamos muchas experiencias frustrantes.

 

P.D.: Como se pueden imaginar, tomo partido cual intelectual comprometido por José Miguel Guardia. Debo decir que lo considero mi amigo, en la versión que él quiera de esta palabra. Por tanto, objetivo no soy. Pero me da que sabe bastante más de la cuestión que el Sr. Espada (un tipo que no tiene miedo a decir lo que piensa de modo ardoroso y literariamente interesante, lo que es estimulante). Y me da que las olas de los nuevos paradigmas terminan arrasando con todo. Pero si están las citas de Brecth, también están las de Lampedusa: mejor cambiarlo todo para que nada cambie… piénsalo si eres la prensa. Y eso que parece que pagar a Google no salvará periódicos.

Esta entrada fue publicada en Casos y experiencias y clasificada en , , , , . Ir al permalink.Tanto los comentarios como los trackbacks están cerrados.

3 Comentarios

  1. Publicado 17 noviembre, 2012 en 15:20 | Permalink

    Un argumento para Arcadí: no es para equiparable el coste-beneficio de ver los titulares en un Kiosco que verlos desde Internet. El Kiosco exige ir hasta allí, peor entorno de lectura, la mirada inquisidora del kiosquero, el que se te pone delante…y bla bla bla. Nada que ver. Del mismo modo que tampoco es lo mismo grabar una cinta y pasársela a un amigo cuando viene a casa, que subirla a megaupload y hacerlo accesible a 800 millones de personas.

    Me gusta más la analogía de los titulares de radio.

    • Publicado 17 noviembre, 2012 en 19:04 | Permalink

      ¿No es lo mismo aunque la cinta que le grabas termine subida en Megaupload de la copia de la copia de la copia…?

      • Publicado 17 noviembre, 2012 en 22:38 | Permalink

        En ese caso sí, pero entonces el problema no es grabar la cinta si no subirla a mega. A lo que me refería, los kioscos no preocupan a los periódicos porque la cuota de lectores que pierden (si es que hay alguno) es mínima. La gente no ve incentivos en ir expresamente hasta allí para leer 5 titulares, como mucho si estas de paso. Nada que ver con acceder a ellos desde el calor de tu casa o móvil.

        Vamos, que el argumento esta tan pillado con alfileres que es hasta contraproducente para el debate de fondo.