CES sigue proporcionando estupendos ejemplos de grandes empresas gestionando su transformación digital: los fenómenos crowd y la creación de comunidades vinculadas a producto y marca son algunos de los elementos que, al menos en los diseños descriptivos de cuando todavía decíamos dos-punto-cero tomábamos en cuenta.
Rosa Jiménez Cano – una periodista clásica dentro de la comunidad digital española – entrevista en Las Vegas a Kazuo Hirai, el presidente de Sony. Todo el texto es muy interesante, pero para nuestras discusiones aquí esta cita es lo que vamos a destacar:
P. Llama la atención que Sony, una empresa con recursos y experiencia, apueste por la fórmula de la financiación colectiva. ¿Por qué?
No lo hacemos por necesidad. Sony tiene recursos para desarrollar nuevos productos, pero sí lo hacemos por una cuestión más importante: la capacidad de involucrarse en algo. Muchas veces alguien tiene una idea, la aceptamos y se desarrolla, pero los que la proponen van perdiendo entusiasmo o ven que, como ponemos el dinero nosotros, da igual cómo salga. Además, aceptar dinero de los consumidores da una responsabilidad extra, hace que se sienta su apoyo y su exigencia. A la vez, sirve para medir el interés real por comprar un producto. Yo quiero apoyar a gente que tenga pasión, que crea mucho en lo que hace, que asuma riesgos. Sony está cambiando y yo también afronto retos nuevos. He creado una nueva división, dedicada al negocio inmobiliario.
En resumen:
- Test de mercado
- Involucración y determinación de equipos
Como tantas cosas el crowdfunding (financiación colectiva) es algo que ya en el pasado no digital existía (¿qué tal si lo llamamos cuestación y miramos cómo se han erigido monumentos o creado hospitales en años con la electrificación incipiente?), pero que las nuevas posibilidades tecnológicas reviven y crean contextos que incluso superan su finalidad: alrededor de un éxito de financiación colectiva siempre hay una comunidad que apoya, y qué mejor relación con tu clientela que el sentido de “comunidad”.
Un Comentario
Lo de poder existir tiene diferentes lecturas, es evidente, aunque hay que reconocer que la evolución era previsible. Me ha recordado a aquel ministro que se enorgullecía de haber conseguido que todas las grandes empresas consideraran un honor poner dinero para los museos.
Del artículo también me pareció interesante la parte de recuperación de lo analógico. La rueda da para muchas reinvenciones…