La presencia en España del editor digital del Washington Post ha acarreado un cierto impacto de sus compañeros periodistas españoles: la suma de hablar castellano por ser hijo de nativos de Iberia emigrados, trabajar en el medio que compró Jeff Bezos (al que, yo creo, tanto se temía en el establishment del buen pensamiento periodístico) y el hecho de que hayan superado en audiencia al archirival New York Times debe haberlo abonado. Pero cuando se le escucha, parece inevitable que el interés se incremente.
Además de una estupenda nota de Gumersindo Lafuente, una larga entrevista en El Mundo nos permite sacar varios puntos de vista que son perfectamente válidos para cualquier otra organización. Al menos lo son en mi experiencia, si es que la experiencia y vivencia diaria de quien les escribe les es de valor. No necesitan mucho comentario adicional, así que van una por una:
El reiteradamente defininido como tsunami digital se toma en serio cuando la propiedad (o el CEO) se lo toma en serio, Francisco González puede verse vindicado de quienes le muelen a palos:
Lo que vimos instantáneamente en la redacción fue que los pocos que quedaban que no se creían digitales, de inmediato se transformaron en digitales. Cuando te compra el dueño de Amazon, de repente en la oficina todo el mundo es experto en digital. Esto se vio especialmente entre los grandes ejecutivos, a quienes no les había importado nada el digital y de pronto te daban todas las ideas del mundo.
Cómo afrontar el cambio (cambien papel por lo que sea que le toque a su sector):
Lo primero es que te tienes que convencer a ti mismo de que no hay otra decisión. Tienes que mirar al periódico en papel y al digital, y decir: «Lo digital es mejor y va a acabar sustituyendo al papel» […] Y ahí es cuando vimos el cambio final, cuando vino nuestro editor y nos dijo [da un golpe sobre la mesa]: «Vamos a ser digitales. Esta es la decisión»
Hay que explorar lo que sucede con la innovación alrededor conscientes de su complejidad (cambien «redacciones» por como llame a sus oficinas, plantillas o lo que tenga):
Tenemos que utilizar todo lo nuevo y es dificilísimo, porque cada día sale algo nuevo; un día tienes que aprender con drones, otro con realidad aumentada, otro con realidad virtual, luego los vídeos 360º… Pero hay que tener esa pasión para lanzarse a hacerlo. […] Se trata de cambiar la cultura de las redacciones y lograr que se entusiasmen también con estas innovaciones.
Qué difícil es ser interesante si eres una marca y no sabes qué hacer con la publicidad (por favor, enmarquen ésta):
Esto deja al descubierto la gran mentira del branded content las marcas crean contenido que nadie quiere leer, lo ponen en sus webs y nadie va, y tienen que pagarnos para que los medios encontremos gente que lo lea. El problema del branded content es que la información no es nueva, no tiene gran valor, no saben cómo contarla ni tampoco cómo distribuirla
Los nuevos actores se llevan el mercado por una buena razón:
Yo miro lo que han hecho Google o Facebook y veo que crearon productos mejores que los nuestros, lo siento.
La velocidad de cambio hace imposible ponerse a predecir, es mejor hacer (y se apunta a la tesis de Bezos: we’re still in day one):
¿Se parecerá en algo el periodismo de 2030 al de 2016? ¿Y los medios?
Es imposible saberlo. Si hace cinco años te hubiera dicho que hoy el Washington Post publicaría todos sus artículos en Facebook y que sin Facebook perdería el 30% de su audiencia, me habrías dicho que imposible. Hemos recorrido solo el 30-35% del proceso de cambio de esta revolución. Y vienen cosas mucho más grandes. Los drones, la realidad virtual, la realidad aumentada… estas tecnologías van a verse superadas por otras que serán increíbles. […]Esto no ha hecho más que empezar.