Transformación Digital

Acabo de probar Amazon Prime: conjeturas para el futuro

Funciona perfectamente. Cuidando excelentemente – y de modo superior al habitual de los conocidos, pero creo que todo el mundo lo esperaba – el viaje del consumidor que pide productos online.

La pregunta para el pensador en los retos de gestión que acarrea la digitalización acelerada es la siguiente: ¿por qué Amazon puede lanzar un servicio capaz de entregar casi sobre la marcha decenas de referencias incluyendo productos frescos y Mercadona, que nadie puede considerar ineficiente, asegura que no puede ganar dinero online?

Obviamente, no sabemos si Amazon lo gana – aquí, allá – con este servicio. O cuánto tardará en ganarlo. Pero el conjunto de la compañía se mantiene muy vivo a pesar de la peculiar, por infrecuente, estrategia financiera de Jeff Bezos. Tampoco es que Mercadona no reflexione sobre su relación con la transformación digital.

La posición de un Consejero Delegado o un Consejo de Administración debería consistir en hacerse esta pregunta y en encontrar el intercambio aceptable de inversión y riesgo para enfrentarse a la amenaza latente de que otros se sitúen en la mente del consumidor antes en lo que se refiere a realizar las compras desde el móvil y esperar su entrega en la próxima hora con un catálogo de referencias realmente estimable.

La duda será, estimamos, que mientras otros desarrollan una logística, aprenden y suben por la curva de experiencia y llenan los móviles de interacciones, nosotros tendremos que ¿hacerlo algún día?. ¿Será tarde?. Saber quién y cómo acierta será cuestión de tiempo: creo que encontrar una respuesta infalible no es posible, encontrar tu camino es la cuestión. Mercadona ha tomado sus decisiones: deben saber por qué no es el momento.

A mi me personalmente me inquieta que todo el mundo sabe que Amazon estaba ahí, y que hay mucho que aprender de ellos: los editores de libros no hicieron nada serio al respecto durante años mientras la compañía de Bezos inventaba la experiencia de compra online sin descanso. Un día, el elefante entró en la habitación. Las respuestas no fueron, precisamente, las mejores.