Otras desilusiones y mitos que se desvanecen del mundo digital (sin caer en el síndrome Morozov)

Creo que, con cierto exceso, suelo recordar la contradicción entre la ideología originaria o subyacente del mundo social (dospuntcero, bla, bla, bla) que representaba el Cluetrain y el uso real al que hemos llegado.

Versvs comenta un artículo de Joe McCambley en Harvard Businnes Review con una sentencia para la reflexión: «¿y si el Manifiesto Cluetrain en lugar de ser el nacimiento de algo fuera su testamento?». El título de McCambley no es para menos: «Stop Selling Ads and Do Something Useful«. Nuestro amigo Recuenco (se hacen apuestas) acudirá pronto para escribir un post asesino con la pistola que le paso.

La conclusión a la que nos conducen es exactamente la misma que provocó cosas como el Cluetrain y que se abandaraba mientras instalábamos software para detener popups y otras molestias rallanas en el spam. Caray, ni siquiera rallanas. Es decir, pareciera un testamento de algo que no termina de llegar – publicidad transformada en contenido relevante que deseas consumir y compartir – y que sigue reclamándose.

Ya no sé a través de quién llego a otro enlace repleto de sugerencias: «Stop pretending cyberspace exists«. El derribo de los relatos hacker y cierta ingenuidad sobre lo que se espara de la red tiene, no obstante, una lectura positiva. La de reclamar un nuevo punto de partida:

It is not a parallel universe, coexisting with our world but in a different dimension. It is just a bad metaphor that has outlived its usefulness. Using the imagery of a fictitious country makes it harder to have rational arguments about government regulation or commercial exploitation of modern information and communications technologies

Oh, sí, también derrumba – iba a decir se caga – en la legendaria declaración de independencia del ciberespacio.

¿Podemos interpretar ambas cosas como signos de evolución y madurez hacia un nuevo discurso que conduzca precisamente a lo que la tecnología posibilita y los usuarios presuntamente desean?

Del artículo de McCambley, un retrato de la realidad:

Content and utility were corrupted by the only thing big agencies understood: reach and frequency. We were back to delivering what TV spots, radio spots, and print ads had delivered for years: sales messages. The rest, as they say, is history.

Esta entrada fue publicada en Conceptos y definiciones y clasificada en , , , , , . Ir al permalink.Tanto los comentarios como los trackbacks están cerrados.

6 Comentarios

  1. Publicado 19 febrero, 2013 en 10:29 | Permalink

    Tu no eres consciente de lo que acabas de poner en marcha. ¿Verdad?

    • Publicado 19 febrero, 2013 en 11:07 | Permalink

      ¿un hipogrito huracanado?

  2. Publicado 19 febrero, 2013 en 10:32 | Permalink

    Que haya gente distribuyendo basura no quiere decir necesariamente que la higiene haya muerto, que nos tenga que gustar la basura o que sea lo único que hay.

    Lo fundamental del Cluetrain Manifesto no es que guste a las compañías. Es que describe cómo se comportan los usuarios de internet una vez que pueden comunicarse entre ellos. ¿Hay compañías de internet que siguen una práctica diametralmente opuesta a lo que dice el Cluetrain? Desde luego, incluso diría que en muchos ámbitos son mayoría. Ahora, no veo que sean precisamente las que estén ganando audiencia, tamaño o relevancia. Más bien al contrario.

    A nosotros nos escriben y nos llaman todos los días para pedirnos que metamos piezas publicitarias como si fueran contenidos editoriales. Muchas veces es directamente queriendo comprar «una mención» o «un post». Y todos los días les decimos que no. Hemos creado formatos publicitarios que permitan a las marcas compartir contenido relevante. Pero para nosotros es crítico que cualquiera de esos «formatos» sea fácilmente identificable por nuestros usuarios como «publicidad». Es más, entendemos que si algo está en la página porque ganamos dinero con ello, el lector tiene que poder saberlo fácilmente.

    Sé que no somos los únicos que pensamos así, pero también sé que hay una mayoría que no lo hace de la misma forma. Está la presión de anunciantes y agencias, que sólo se preocupan, como dices, por alcance y frecuencia y a los que la credibilidad del medio o la marca con la audiencia les preocupa bastante poco. Te dicen cosas como «si no se van a dar cuenta». Y lo triste es que encima se lo creen. Luego está la presión de la cuenta de resultados. Hay empresas muy grandes que necesitan cuadrar números y venden hasta a su madre. Hay páginas muy pequeñas que ven este tipo de ofertas como la única manera de llegar a un mercado publicitario que, por una parte se está comoditizando, y por otra niega la entrada a nuevos players y concentra la inversión en unos pocos en función de los intereses financieros de las agencias y a expensas de los intereses de los anunciantes.

    No es fácil, pero como dijo alguien (no tengo la cita a mano), «no has demostrado que tienes principios hasta que estos te cuestan dinero».

    Nota: escribir posts no escribiré, ahora de comentarios no nos vamos a quejar, ¿no?

    • Publicado 19 febrero, 2013 en 11:06 | Permalink

      Sr. Alonso: soy el primero que se cargó la regla de no hacer comentarios más largos que el post, así que sírvase. Lo que nos cuenta es de máximo interés. Estoy con usted: el spam sigue y seguirá y habrá espacios para todos los gustos, después de todo las alternativas prácticamente ilimitadas es algo consustancial a la red. La cuestión es un poco el estado dominante de determinadas prácticas en según qué entornos. La otra cuestión son las decisiones editoriales que toma cada uno.

  3. Publicado 20 febrero, 2013 en 8:37 | Permalink

    Sólo quería decir cuánto me gustan tus post reflexivos Gonzalo. Todito lo que aprendo y me hace pensar.
    Gracias por no escribir sobre los 5 pasos para ser un súperman en las RRSS y llevarnos al trasfondo que las mueve.
    Tu no cueces Gonzalo, ¡enriqueces! (cuánto mal han hecho los claims publicitarios).

  4. Publicado 20 febrero, 2013 en 17:51 | Permalink

    La cita es de Bill Bernbach, como cualquiera que haya leído la biografía de Ogilvy sabe 🙂

    No puedo sino admirar la postura de Julio. Sobre todo porque cuanto más conozco a los publicitarios, más respeto me merecen los asesinos de Columbine.

5 Trackbacks

  1. […] como testamento y no pensé que fuera a dar para más. Pero Gonzalo Martín continuó el hilo en Transformación digital mientras Javier Recuenco hacía bola de nieve: there's no one i would rather be than me. Finalmente […]

  2. Por Branded Content | EmprendeNautas el 14 marzo, 2013 a las 20:01

    […] Selling Ads and do something useful José Alcántara | Cluetrain como testamento Gonzalo Martín | Otras desilusiones y mitos que se desvanecen del mundo digital (sin caer en el síndrome Morozov) Javier Recuenco | There is no one I would rather be than me José Antonio del Moral | Branded […]

  3. Por Branded Content el 15 marzo, 2013 a las 11:46

    […] Selling Ads and do something useful José Alcántara | Cluetrain como testamento Gonzalo Martín | Otras desilusiones y mitos que se desvanecen del mundo digital (sin caer en el síndrome Morozov) Javier Recuenco | There is no one I would rather be than me José Antonio del Moral | Branded […]

  4. Por Cluetrain, anyone? - derrotero · net el 19 marzo, 2013 a las 23:45

    […] sé que se ha estado hablando de […]

  5. […] Pero gracias al amigo @Enferevidente que me llama la atención sobre un post de nuestro amigo común Morozov (Por lo menos de Gonzalo Martín y mío) que tiene un mazo de miga, que diría Camilo Sesto. Vamos […]